El Vaquero, una empresa familiar que mantiene una tradición en pirotecnia

La historia de la empresa El Vaquero se remonta a principios de los años 50, exactamente en 1952 en el barrio Britalia de Bogotá inició la compañía de pirotecnia que de la mano de Juan José Restrepo hacía sus primeros negocios.

Es acá donde entra el protagonista de la que es hoy la empresa familiar El Vaquero, don Carlos Alberto Carvajal, quien en 1969 y con la edad de 16 años hizo el primer pedido con el que marcaría el resto de su vida 500 pacas de martinicas para vender en Manizales, donde pronto se dio cuenta de su pasión por los negocios.

La relación maduró hasta 1987 cuando compró la empresa en $100 millones, un monto de dinero que se pagó una parte de contado y otra a crédito. Entonces empezaron los diferentes movimientos sociales y especialmente en Bogotá a pedir incansablemente la prohibición de la pólvora, bajo el argumento que niños y adultos salían lesionados debido a su peligrosidad.

Carvajal movió su empresa a Soacha, Cundinamarca, donde funciona actualmente. Uno de sus distribuidores, quien maneja la representación de El Vaquero Bucaramanga, describe la relación que tiene con el empresario: “Es un ejemplo a seguir, un hombre familiar con el mejor trato hacia las personas, es sencillo y siempre que habla tiene algo que puede servir de lección de vida, al contar su historia y cómo de la nada logró tener una empresa que ha sobrevivido a tantas situaciones, se empieza a creer que es posible hacer cualquier emprendimiento en Colombia”, dice este comerciante.

El Vaquero, una empresa que sale adelante

El Vaquero ha sobrevivido a situaciones difíciles como los precios de los insumos, la confiscación de los productos y toda clase de impedimentos pero siempre respetando la Ley y acatando los decretos ha logrado montar un negocio que hoy sale bien librado gracias a las fiestas de los pueblos, las ferias, las quemas de fuegos artificiales en meses como diciembre por la Navidad o en abril y mayo, debido a la Semana Santa.

Lo que empezó como una idea sencilla de comprar martinicas (ese pedido de 500 pacas) se convirtió en una empresa 100 % familiar que es de las más tradicionales que tiene Colombia en fuegos artificiales.

No olvide realizar sus celebraciones especiales como Navidad, noche de velitas, fin de año, despedida de empresas, cumpleaños, aniversarios o fiestas temáticas con los productos de El Vaquero Bucaramanga.

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